Presento mi propuesta para el anuncio en el cual selecciona para contestar en un muro. En este momento, me dedico a la redacción freelance profesional a tiempo completo. He desarrollado ya numerosos proyectos, de diferentes cuantías y duración. Escribo en la actualidad para distintos blogs, diarios, revistas, trabajos técnicos promocionales para empresas y sus sitios Web, etc. También tengo en mi haber varias novelas ya escritas, relatos de todo tipo, cuentos, etc. También he llevado a cabo curaciones de contenidos, como el que Vd. propone. Soy un apasionado lector.
Me considero una persona metódica y muy ordenada. Dedico cada día muchas horas a escribir, y lo hago a las mismas horas, procuro que, aunque trabajo desde casa, mis horarios se cumplan de una forma taxativa. En lo referente al precio, depende de varios factores. Le propongo que contacte conmigo, y estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo plenamente satisfactorio para ambas partes.
Para cualquier duda o aclaración, o adecuación entre Vd. y yo en el sentido que sea, puede ponerse en contacto conmigo en mi dirección de correo: pacomagar@hotmail.es.
A continuación pongo dos artículos que he escrito recientemente como ejemplo. Pero si consulta mi perfil en Nubelo, podrá encontrar muchos más ejemplos. Muchas gracias por su atención. Será un placer para mí el tener la oportunidad de colaborar juntos en la prosperidad de su blog.
Atentamente,
Francisco María García.
Escribir con éxito en Internet
Para ser seguido y leído por Internet, es imprescindible escribir contenido de calidad. Para empezar, debemos elegir qué escribimos, hacia qué público va dirigido, qué tono vamos a utilizar, etc.
Analizaremos diferentes cuestiones que tendremos en cuenta para conseguir que nuestros textos sean competitivos y de calidad:
- Cuidar nuestra gramática y lenguaje. Escribir con faltas de ortografía no es tolerable. Con giros gramaticales incorrectos o difíciles de digerir tampoco lo es. Tenemos que definir nuestro propio estilo, más cercano o lejano al lector, más cordial o más serio, pero siempre con una ortografía y redacción impecable.
- SEO. Si pretendemos que lo que escribimos sea encontrado por los lectores o internautas en búsqueda de información a través de los buscadores en la red, el tema del SEO es fundamental. Las palabras clave, que son indicadoras del contenido de nuestro texto serán las que los buscadores de la red identifiquen, encuentren, y redirijan la búsqueda hacia nuestros textos. Colocaremos estas palabras clave en los sitios estratégicos de nuestros post, como son el título, la primera línea y en diversos lugares a lo largo de los párrafos.
- Aportaremos en nuestros escritos información fresca. Escribir sobre temas interesantes con visiones o informaciones del pasado no tiene mucho sentido. Nuestros post deben ser atractivos, atrayentes, y no hay nada como una información novedosa.
- Las imágenes y los vídeos aportan un plus a lo que escribimos en Internet. Deben formar una coordinación perfecta con el texto escrito. Estos elementos sugestionan al lector, despiertan sensaciones en él, y dejarán una marca mental probablemente superior a lo que consigamos con el texto.
- Uso de sinónimos. Las palabras no pueden repetirse en nuestros post en los mismos párrafos. La riqueza argumental que queremos transmitir a quien nos va a leer estará basada en un interesante despliegue de terminología variada, atractiva a la lectura, y no repetida.
- Definamos el público hacia el que escribimos. Pensemos en las diferentes clases de grupos sociales que nos van a leer. No es lo mismo escribir para chicos y chicas de 18 años, que para aficionados a la pintura de cualquier edad, que para fans de los videojuegos, etc. Si tenemos claro para quién va dirigido nuestro post, la conexión con esas personas será satisfactoria.
Aunque todos estos aspectos técnicos son importantes, al final el alma principal del artículo, post, o texto en general, vendrá de la mano del talento o estilo personal que tengamos. Como ocurre en la pintura, por encima de técnicas o pautas hay algo que sobresale. Nuestros lectores, igual que los aficionados al arte que contemplan un cuadro, sabrán apreciar ese punto especial, mágico, auténtico, impactante, que proviene de un estilo muy definido.
Amor inteligente
Suele decirse que es más difícil mantener un amor que conquistarlo. Vivimos en tiempos complicados para el amor. Ausencia de valores, superficialidad, dificultades económicas y de todo tipo. Hay una vieja máxima que es “cuando el dinero no entra por la puerta, el amor sale por la ventana”. En esta etapa de crisis mundial en la que estamos inmersos, y que afecta a la economía doméstica, el amor idílico y que nos han vendido en las películas se hace complejo de mantener. Pero el amor real no es ese, sino otro basado en la complicidad, en la sinceridad, la entrega, el sacrificio y la renuncia en ocasiones, en la lealtad, en la reciprocidad y en la confianza.
Diferentes consejos pueden ayudarnos a una vida de pareja sana y duradera:
- Tener una visión interior positiva y real de nuestra pareja. No sumamente ensalzada unas veces, y otra negativa hasta el punto de falsear mentalmente la personalidad real de la otra persona.
- Nuestra pareja debe tener su libertad de acción. Y no tenemos que perseguir, controlar, inspeccionar todas sus cosas y actividades. Esto nos convierte en seres desconfiados, susceptibles, y nos rompe nuestra serenidad mental del día a día.
- Dedicarse, por obligación, una salida juntos. Aunque sea difícil hacerlo por agendas repletas de actividades, hijos, responsabilidades, trabajos, etc. etc. Un fin de semana cada quince días, un día a la semana, o lo que sea posible. Una visita a una ciudad con encanto, un día en la naturaleza, o lo que guste. Pero los dos solos, sin prisas, asentando la pareja.
- Ser conscientes de que las relaciones tienen sus días bonitos y también sus días y momentos malos. Nada de lo que las novelas rosas nos han vendido tiene mucho sentido pasado un tiempo en una relación madura. Hay momentos buenos y otros malos.
- Como en el resto de cosas de la vida, el saber usar la “mano izquierda”. La habilidad en la argumentación, el saber callar a tiempo, y hablar cuando es preciso. Esto sirve para todas las relaciones humanas, y, por supuesto, para la pareja.
- Fundamental es no “arrastrar” discusiones pasadas. El saber empezar de nuevo cada día, sin tener a mano una especie de “lista de agravios”, con la que contraatacar a nuestra pareja en el momento justo. Esto nos impide mirar hacia delante.
- El diálogo es la base. Se pueden decir cosas fuertes, si creemos que es necesario hacerlo, pero de muchas formas. Hay una cantidad inmensa de palabras donde elegir, y es importante escoger las adecuadas, las más conciliadoras, y las menos agresivas.
- El punto de humor es muy positivo. El saber desdramatizar situaciones complicadas, en afrontarlas con cierto toque de ironía, buscando la gracia en lugar del drama, todo esto hará que se superen fácilmente muchas adversidades.
- Una vida sexual sana. No es lo más importante el sexo en una relación. Hay otras cosas. Pero sí es muy importante. Lo programado no estimula las relaciones sexuales. Las estimula la espontaneidad y la comunicación.
- La monotonía y falta de objetivos va minando la pareja. Es preciso tener unos objetivos, ilusiones, proyectos, para desarrollar juntos.
- Evitar discusiones innecesarias. Saber localizar este tipo de momentos, en que, influidos por nuestro estado de ánimo, estamos tensos y susceptibles. Es mejor callar.
- Suele hablarse del respeto en tres direcciones: el de palabra, por supuesto, evitando tonos hirientes, acusatorios, palabras que sólo sirven para descalificar; el de gestos, el lenguaje no verbal, caras largas, muestras de apatía, miradas desafiantes; y el respeto de obra, el maltrato físico o psicológico, aspectos éstos más graves.
- Ser capaz de ser feliz con uno mismo antes de pretender ser feliz con otra persona.
La felicidad, recordemos, no es el final del camino, sino todo el camino. Las relaciones no están fijas, sin más, y lo estarán siempre. Necesitan su cuidado y atención diarios. El amor no debe ser el pasional y doloroso que nos han contado. Sino el racional, inteligente, y maduro. Sólo así tendremos una vida sentimental plena.